Elaboramos cosas que no cuajan.
Seguimos elaborando y tenemos una cantidad de elementos como partes de un puzzle.
Pero descartamos piezas, las revemos, tomamos otros pensamientos, comparamos y reformulamos.
Al final no entendemos mucho. Sabemos que son las piezas, que están todas ahí. Que analizamos y trajimos todo lo necesario.
Pero la solución no nos convence.
Y cuando tenemos todo y decimos, terminé. Pero no es lo que quería. No me convence. Con esto no resuelvo nada.
Giro el puzzle, lo miro de otros ángulos y de repente PAFFFFFF.ç
Ahí estaba, frente a mis ojos, pero no lo había podido ver.
Porque no había salido de mi estructura y no había podido verlo desde otro angulo.
Y que simple parece después, que alegría nos da.
La Felicidad del Encuentro.