domingo, 11 de diciembre de 2011


No siempre el camino es lineal.
Las curvas, los rodeos, los círculos forman parte de ese caminar.
Nuestro entorno nos interpela, para crecer, para fortalecernos, para apoyarnos en aquellos que son amigos, y para encontrar nuevos amigos en el trayecto.
Estar abierto al color, a los distintos matices, a no ser siempre el mismo, es uno de los desafios de mi vida.

3 comentarios:

Yamandú Cuevas dijo...

Fuá! Buenísimo!

Anna Donner dijo...

Los caminos lineales son aburridos, uno maneja por la carretera que atraviesa La Pampa. Son kilómetros en línea recta, debe concentrarse por permanecer despierto, los caminos lineales son rutinas, las rutinas son ciclos recurrentes, siempre iguales, que sólo provocan el ahogo de la falta.de.sorpresa, la falta de ALGO por lo cual ASOMBRARSE, SORPRENDERSE, por eso, son más interesantes y sentidos los caminos con curvas y riscos, aún a pesar de la dificultad para recorrerlos, (luego VENCIDA), es mil veces mejor eso, a LA NADA.

Anónimo dijo...

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