Estás ahí oculto. Entre la maraña de los recuerdos y del hoy. Camino en el sendero sin rumbo ni destino. Sólo recorriéndolo con esperanza de encontrarte, con la mirada perdida donde el camino sigue infinitamente.
Quiero y deseo que estés por ahí. Pero no se si lo que encontraré es lo que quiero.
Me pregunto, me cuestiono, me ilusiono, me desilusiono. me alegro y me entristezco.
Los árboles entrecruzándose tejiendo cual si fuera mil telarañas y que una vez fueron frondosos, con vida, exuberante de vegetación, hoy son nada más que ramas secas entrelazadas, troncos grandes de antiguas añoranzas que nos deleitan con su forma y color, pero nos dicen que ya no son.
Me atraen y no los quiero.
Porque lo que busco ya no está ahí.
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