Sinfonía de caras sueltas.
Siluetas danzando en apoyos frágiles.
Cimientos conocidos pero no queridos.
Querubines sin son, que desafían el ayer.
Pechos pujantes que no encuentran su sostén.
Aquí, ahora, ayer, después, mañana, tal vez.
Se dibuja la sombra de una cara que no termina de nacer.
El compás del remolino que la historia es.
Aflora el futuro que no sabe quien es.
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